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Mi nombre es Greta Godoy de Berta Bernad

Mi nombre es Greta Godoy de Berta Bernad

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Desbloqueas el móvil, entras a Instagram y ¡bum! cientos de vidas pasan ante tus ojos. Viajes, comidas, cafés con encanto, lecturas inabarcables… Lo que comenzó siendo como una red social más, se ha convertido en un mundo idílico, perfecto, en el que los sentimientos negativos o incluso la realidad imperfecta (con sus tonos de gris y fealdad), no tienen cabida.

Berta Bernad, la autora de Mi nombre es Greta Godoy, fue una de las primeras influencers con proyección internacional. Ella vivió en primera persona todo lo bueno que ofrecía la red social: Cariño, regalos, reconocimiento, e incluso la posibilidad de ser su propia jefa gracias a su fotografía. Sin embargo, también vivió lo malo: La constante necesidad de tener que alimentar al algoritmo de Instagram, lo irreal que supone parecer siempre feliz y tener una vida de ensueño, lo rápido que transcurre todo entre eventos o el compromiso que creas tanto con la audiencia como con las marcas.

Tras esta experiencia, Berta decidió que el mundo «influencer» no le llenaba y que no terminaba de encajar con ella. Que le agobiaba. Con más de 100.000 seguidores a sus espaldas, cerró el perfil y, lo que vino después, inspiró esta historia que mezcla la ficción y la realidad para llegar al público más joven y transmitirle un mensaje: Hay que aprender a vivir con las redes sociales, sin que se adueñen de nuestra vida, y sin que la monopolicen. No hay que dejarse llevar por la vida utópica que nos enseña Instagram ni permitir que nos separen de las cosas que de verdad importan.

De qué trata Mi nombre es Greta Godoy de Berta Bernad

Mi nombre es Greta Godoy cuenta la historia de Greta, una joven madrileña que se muda a Londres para encontrarse a sí misma. Allí, y gracias a su amiga Coco, se topa con las posibilidades que le brinda Instagram: una red social que en España todavía no ha despegado y que, gracias a los seguidores, les abre a ambas la posibilidad de asistir a eventos, conocer a gente influyente del sector de la moda y, por qué no, convertir esa forma de vida en su profesión.

Sin embargo, lo que comienza como algo divertido, creativo e interesante, comienza a requerir demasiado. Cuanto más seguidores tiene, mayor es la necesidad de subir contenido de forma frecuente, la cantidad de eventos a los que hay que asistir para mantener ese nivel de vida y los acuerdos con marcas. Todo ello comienza a hacer mella en la vida de ensueño de la protagonista y, poco a poco, este frenesí comienza a afectar a sus relaciones con amigos, pareja y familiares. E incluso a la estabilidad de la propia Greta.

Instagram se convierte en su obsesión: Abrir la aplicación es lo primero que hace en cuanto se levanta, pero también cuando se acuesta. Acude a restaurantes solo para fotografiarlos, sin disfrutar de la comida. A fiestas solo para decir que ha estado allí… Su autoestima comienza a depender directamente de los likes que ha generado la última foto que ha subido… Y, poco a poco, la gente de su alrededor comienza a convertirse en algo difuso que hay detrás del teléfono móvil. ¿Merece la pena pagar tal precio por vivir una vida de ensueño?

Imagen extraída de Vogue | Fotografía: Josefina Andrés

Lo que hace especial el libro

El libro, narrado en primera persona a modo de diario, disfruta de la ventaja de mezclar realidad y ficción, de forma que la historia atrapa y te hace pasar cada página a un ritmo vertiginoso. Además, los escenarios descritos en los capítulos (Madrid, Londres, Nueva York y Buenos Aires) hace que sea todavía más rica la experiencia, acompañando a Greta en cada etapa de su vida y en cada aventura.

Mi nombre es Greta Godoy tiene un mensaje claro: Que no todo lo que vemos en Instagram es tan bonito como parece. Que, por muy atractiva que pueda parecer la vida de una influencer (con viajes, regalos y experiencias gratis) también tiene sus inconvenientes, aunque éstas no aparezcan en redes sociales. Ni se hable de ellas.

El debate que plantea Berta Bernad es muy interesante: ¿Qué papel juegan las redes sociales en nuestra vida? ¿Nos estamos dejando llevar demasiado por los likes? ¿Sabemos diferenciar entre afición y adicción? Puede que el ejemplo de una influencer con miles de seguidores se quede grande para la mayoría de nosotros pero, ¿qué pasa con los que quieren emular el rol de influencer? ¿Los más jóvenes son conscientes de las repercusiones que puede tener tal exposición de ellos mismos, de su día a día y de sus parejas?

Lo que me hubiera gustado que fuese diferente en el libro

Si analizo bien la lectura, lo que echo en falta es una Greta más empoderada. Sí que es cierto que a lo largo del libro la protagonista va creciendo personalmente y siendo más consciente de lo que es capaz de hacer. Sin embargo, había momentos en los que me hubiera gustado que señalase ciertas actitudes tóxicas de las parejas que pasan por su vida y luchara más por lo que ella quería. Me daba la sensación de que siempre estaba a la espera de los que lo chicos pensaban de ella, y que no conseguía tener la suficiente confianza en sí misma para reafirmarse en cada etapa de su vida.

Muchas de esas actitudes las vi reflejadas en Pablo, el gran amor de Greta. A lo largo de todo el libro ella siente la necesidad de reafirmarse constantemente para tener su «aprobación» (reflexión que aparece hacia el final en el libro). Y, aunque es cierto que lo más importante son las relaciones personales y la gente que te rodea (en especial, la familia), creo que también es vital resaltar que una pareja no puede oprimirte, recriminarte que llegues tarde por un evento, ni mostrarse celoso ante el éxito que puedas tener. Un ejemplo de esto es que es el propio Pablo el que mejor sabe cuántos seguidores tiene Greta en todo momento.

Conforme pasaba las páginas veía en Greta a ésa amiga talentosa, brillante y poderosa que está a la sombra de sus relaciones y que éstas no le permiten crecer deslumbrar. Que no se la merecen. Me hubiera encantado darle un abrazo y decirle: Haz fotos, escribe, pinta, haz lo que quieras. La vida la marcas tú, no las relaciones que pasan por tu vida. Eso solo te aportará más.

Imagen extraída de Vogue |Fotografía: Josefina Andrés

Una historia dentro de otra historia

Otro punto que me chocó al principio fue que, casi hacia el final, la trama de «influencer» pasa a un segundo plano y Greta se centra en contar otra historia alternativa (interesante que, por cierto, daría para otro libro solo). Pero quizá, ocurre de forma tan repentina, que no me terminaba de encajar con la trama central de la novela. Entiendo que este hecho hace que la protagonista vuelva a encontrarse a sí misma después del terremoto emocional que ha vivido. Aun así, me hubiera gustado más que enseñara cómo es posible adaptarse, vivir con redes sociales sin ir a ese extremo, por muy romántico que sea este recurso (el de huir y dejarlo todo) en literatura.

Aun así, la novela es entretenida, fresca y perfecta para leer cuando te apetece desconectar y sumergirte en una historia diferente. Me ha encantado poder volver a Londres y a las calles de Nueva York con Greta. Recordar cómo es empezar y lanzarse al mundo laboral. Los miedos… la incertidumbre… Creo que crear esta historia es muy valiente por parte de Berta Bernad e interesante. Pocas personas se han atrevido a contarnos al detalle la cara B de ser influencer.

Además hay algo muy interesante que te gustará si lees la novela: Dentro de la campaña de promoción de Mi nombre es Greta Godoy, han creado el perfil en Instagram de Greta Godoy. En los pie de página puedes encontrar fragmentos del libro, lo que te permite que la experiencia de la lectura sea todavía más completa. Y, no te preocupes: no contiene spoilers. Además, las fotos son realmente preciosas. Al fin y al cabo, es una buena forma para seguir conectada a la historia y no decir, todavía, adiós a Greta Godoy.

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Miryam Artigas
Miryam Artigas

¡Hola! Soy Miryam Artigas, y llevo escribiendo en esta web desde julio de 2009. Adoro leer, la fotografía, ver películas y series, cuidar mis plantas y hacer yoga.

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