Hace unas semanas, leí un artículo en Papel en Blanco que me dejó un tanto fría. En el post, se hablaba de los inicios de Amazon. Cuando la empresa americana liderada por Jeff Bezos se abrió, se creó un importante grupo formado por críticos literarios que comentaban y recomendaban libros a los clientes.
Pocos años después, se creó una especie de base de datos con la finalidad de poder recomendar libros a los clientes basándose en sus preferencias de compra individuales. Gracias a la tecnología y las herramientas de medición, se puede saber qué contenido visita el internauta, que páginas ve sin comprar, cuánto tiempo pasa en esas páginas y si a partir de esas, visita alguna otra web. Sin duda, Amazon ha sabido aprovechar todas estas cifras de datos y le ha servido para conseguir una gran cantidad de beneficios económicos. Esto puede resultar maravilloso pero… ¿Hasta qué punto es realmente bueno? Desde aquel entonces, Amazon se deshizo del grupo de críticos literarios y ahora sólo utiliza esta herramienta mecánica.
 |
Imagen de Jorge Lafforgue |
Puede que si pensáis en la figura del crítico literario, os venga a la mente la imagen de un señor de edad avanzada, canoso, con gafas de pasta e incluso puede que barrigudo. Si, un señor culto. De esos que ya no quedan. Un periodista de la antigua escuela, que conoce y podría recitar los antiguos clásicos de cabo a rabo y que jamás pondrá en la lista de «sus lecturas favoritas» ningún libro que no tenga menos de 50 años.
Pero si tenéis esta imagen, estáis muy equivocados. Cada vez, se suman a la blogosfera una cantidad mayor de blogs literarios en los que los lectores pasan a convertirse en críticos. Críticos que recomiendan libros, juzgan, alaban y critican sin temor… aunque no son profesionales. Y no penséis que no respeto a los profesionales como el señor Lafforgue, en absoluto. Sólo tengo admiración por estas personas. Pero desde hace años, las editoriales se han dado cuenta de éste fenómeno, y la mayoría envía ejemplares de prensa a estos aficionados críticos literarios con el fin de que hablen de sus libros (como es el caso de este lugar). ¿Por qué si grandes compañías como Amazon, utilizan ordenadores para recomendar y ajustar los gustos de sus clientes, estos portales cada vez tienen mayor relevancia? No me mal-interpretéis. Soy una de esas personas que están enamoradas de las tecnologías y que las acogen e incluyen en su vida… pero no para esto.
Recomendar un libro, ha de ser personal. No debe ser algo frío hecho por un ordenador. Tiene que plasmar emociones, comparar con otras lecturas, resaltar datos importantes para el lector, criticar los aspectos negativos y en definitiva, ser humano. Porque es increíble conocer a una persona, recomendarle un libro y que te diga que le ha gustado, como pensabas. Es cierto que todos los aficionados bloggers como yo, somos simplemente aficionados. No cobramos ni un duro ni hemos estudiado nada para hacer lo que hacemos y seguro que por esto último, tendremos mil fallos. Pero todos (profesionales o no) tenemos un único objetivo: fomentar la lectura. Porque la literatura no puede pecar de estereotipos. Porque cada lector es único y tiene unos gustos diferentes. Porque a un ordenador no puedes preguntarle directamente y nunca te conocerá bien (por mucho que Google se empeñe en lo contrario).
No hay mayor regalo que una persona acuda a tu blog o te escriba por las redes sociales y te diga «Me ha gustado tu reseña, voy a leer el libro que me has recomendado», «Me has convencido con tu crítica», «Tenía ganas de leerlo, pero no estaba muy convencido. Ahora se que lo leeré«. Este tipo de frases, hacen que cada una de las palabras que tecleamos en nuestros sitios, estén bien pagadas. Porque no tenemos intenciones comerciales, porque tratamos con mimo nuestros textos y porque sentimos verdadero amor por la literatura.
Los libros no deberían ser recomendados por ordenadores, así que no dejemos que el papel del crítico literario caiga en desuso.
Nos leemos,
Clara Cañero
Posted at 14:17h, 16 diciembreQué cosa más bonita has escrito aquí, ¡¡me encanta!! Estoy al cien por cien de acuerdo contigo, la sensación de que una recomendación tuya se convierta en el libro favorito de alguien es impagable.
Cuando recomiendas un libro, no respondes a estadística sino que transmites felicidad o al menos lo intentas, y ninguna máquina podrá realizar ese papel mejor que una persona.
Alicia Tinte
Posted at 15:02h, 16 diciembreSolamente puedo decir… ¡Chapó!
Quike D-B
Posted at 20:11h, 16 diciembreOlé.
Liki
Posted at 22:15h, 16 diciembreTienes toda la razón del universo. Hay muchísima gente que jamás lo entenderá, pero por aquí te apoyamos. Creo que las críticas tienen que ser personales, una máquina jamás te dirá qué sintió al leer un libro. Me siento una abuelita cuando digo que las cosas ya no son como antes jajajajaja.
Ole tú 🙂
Mara
Posted at 20:20h, 20 diciembreAgree con todo. Lo de las cosas tecnológicas a mí no me gusta nada, no. También es verdad que críticos así como este hombre al que desconozco, no quedan muchos, porque me imagino que debe ser algo así como lo que supuso Roger Ebert, que en paz descanse desde hace unos meses 🙁 para la crítica de cine. Fue el primer gran crítico de cine y lo ha seguido siendo hasta este mismo año. Muchas veces no estaba de acuerdo con él pero sus críticas eran aquello que yo modestamente intento conseguir. Se ponía a hablarte de un director o un actor y se notaba que lo conocía, citaba a otros, incluso a pintores, escritores, cualquier cosa que tuviese relación con la película y que te ayudase a hacerte una idea de qué podías ver si la veías. Recuerdo que de las últimas que hizo, por ejemplo la de Lost in translation es una maravilla.
Y lo mismo pasa con los libros. No puede ser lo mismo alguien que te cuente su experiencia detallada que lo otro. Yo de Amazon siempre leía las críticas de los discos y estaban muy bien, la verdad.
un beso!
Ramón Somoza
Posted at 19:23h, 05 eneroEs cierto, las recomendaciones de máquinas están simplemente basadas en "parecidos" de lo que han comprado lectores con gustos similares, pero ello no significa que dicha selección sea correcta.
No obstante, Amazon sigue permitiendo añadir comentarios a los libros que has comprado, o sea que no se ha "deshecho" totalmente de los críticos, lo que ayuda enormemente a evaluar un libro.
Los blogs literarios son obviamente otra fuente de recomendaciones fantástica; suelo ojear unos cuantos cuando estoy buscando algo interesante para leer, pero por su propia naturaleza están algo limitados – el propietario de un blog normalmente tiene el gusto por cierto tipo de literatura, que quizás no coincida con tus preferencias, y además por fuerza está limitado en el número de libros que puede leer.
Luego están los foros literarios, donde al juntarse muchas personas se encuentran obviamente todos los tipos de literatura, y además la gente puede opinar sobre un mismo libro. He observado, no obstante, que no siempre se profundiza tanto como en los blogs literarios.
Finalmente, hay webs especializadas como Goodreads, donde los lectores pueden dejar sus reseñas. Aunque muchos de estos foros son ingleses, también se encuentran reseñas en español. Sin ir más lejos, en Goodreads encontré la reseña más bonita que me han hecho de mi primer libro. Una reseña que realmente me emocionó.
Siendo informático de carrera, puedo decir que una base de datos puede sugerirte libros parecidos a los que te gustan, pero nunca podrá recomendarte uno para que te llegue al corazón.
Nur Costa
Posted at 13:15h, 24 septiembreOle, ole y ole!!!
Ya tienes otra lectora más en tu blog.
Y te acabo de añadir en Goodreads 🙂
Reich TheCure
Posted at 19:53h, 14 mayoMe ha encantado tu post.
Y, sí, es genial leer comentarios como los que escribes al final, a mí me animan cosa mala jejej leer que gusta y sirve para fomentar la lectura es de lo mejor que hay.
¡Un saludo!